A pocos metros del área recreativa de A Carixa, en el municipio de Vila de Cruces, provincia de Pontevedra, a orillas del río Deza, se pueden encontrar los vestigios de un puente de piedra de un solo arco. Su datación apunta hacia un posible origen medieval, especialmente considerando su proximidad al monasterio de Carboeiro.
No obstante, el arco que se observa en la actualidad es el producto de una obra inacabada realizada por Manuel Sueiro Ramos en el año 1928. Se presume que esta intervención buscaba reconstruir el puente medieval original que fue arrasado por una riada.
Este puente, con su historia entrelazada entre el pasado medieval y la intervención del siglo XX, representa un punto de conexión entre épocas y un testimonio de la importancia histórica y arquitectónica de la zona.
El río Deza nace en las proximidades de la localidad de Dozón, en la provincia de Pontevedra, y fluye en dirección sur-norte hasta desembocar en el río Ulla, cerca de la localidad de Vedra, en la provincia de A Coruña. A lo largo de su recorrido, atraviesa diversas localidades, como Vila de Cruces, donde se encuentran los restos del puente mencionado anteriormente, así como Silleda y Agolada.
El río Deza es conocido por su importancia tanto desde el punto de vista ambiental como para la actividad humana en la región. Su cuenca alberga una diversidad de flora y fauna, y proporciona recursos hídricos para la agricultura y otros usos humanos. Además, es un destino popular para actividades al aire libre y el turismo, especialmente en las zonas cercanas a sus verdes márgenes.