Hoy os mostramos una pequeña muestra de las fotos de la boda de Antía y Bruno cuya ceremonia tuvo lugar en el Concello de A Coruña situado en plena plaza de María Pita.
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En el majestuoso Ayuntamiento de A Coruña, Antía y Bruno sellaron su amor en una ceremonia íntima y llena de significado. El edificio histórico se convirtió en el escenario perfecto para un día que marcaría el inicio de su viaje juntos como esposos.
Antía, radiante con su vestido blanco, y Bruno, elegante en su traje oscuro, se encontraban frente al funcionario municipal que oficiaría la ceremonia. La sala estaba impregnada de una atmósfera serena y festiva, con paredes de piedra que contaban la historia de la ciudad y creaban un telón de fondo único.
El funcionario pronunciaba las palabras que unían oficialmente a Antía y Bruno, mientras los presentes, entre familiares y amigos cercanos, compartían sonrisas y miradas de complicidad. Las alianzas, símbolos de compromiso y amor eterno, se deslizaron con suavidad en los dedos de la pareja, marcando el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
Tras la ceremonia en el concello, Antía y Bruno salieron juntos, sonrientes y emocionados, hacia la Plaza de María Pita, donde les esperaba una agradable sorpresa, la tuna. Luego la ciudad les brindó un cálido escenario para sus fotografías de boda. La emblemática Torre de Hércules y el océano Atlántico sirvieron como telón de fondo para inmortalizar esos momentos llenos de amor y felicidad.
La celebración de la boda de Antía y Bruno se trasladó al idílico Pazo de San Tirso, un lugar lleno de encanto y elegancia que proporcionó el escenario perfecto para este día tan especial. Los majestuosos jardines y la arquitectura histórica del Pazo crearon un ambiente mágico que complementaba a la perfección la historia de amor de la pareja.
Los invitados fueron recibidos en los jardines del Pazo con copas de bienvenida y música suave que creaba una atmósfera relajada y festiva. La pareja de recién casados llegó en medio de aplausos y risas, rodeados por la exuberante vegetación y la serenidad del entorno. El mejor lugar posible para unas fotos de pareja antes de los aperitivos. Las vacas cachenas, con sus característicos cuernos en forma de lira y su pelaje rojizo, se convirtieron en testigos silenciosos de la festividad. Su presencia aportaba un encanto rural y natural al ambiente, creando una conexión especial entre la celebración humana y la belleza tranquila de la vida campestre.
La recepción tuvo lugar en un salón decorado con detalles que reflejaban la personalidad única de Antía y Bruno. Mesas adornadas con flores en tonos suaves y luces tenues crearon un ambiente acogedor. El banquete estuvo compuesto por delicias locales que deleitaron los paladares de los invitados, mientras brindaban por la felicidad de la pareja.
La pista de baile se convirtió en el epicentro de la celebración, donde Antía y Bruno compartieron su primera danza como esposos, rodeados de amigos y familiares. La música resonaba en el Pazo, invitando a todos a unirse a la fiesta y a disfrutar de una noche llena de alegría y emociones.
A medida que avanzaba la noche, los brindis y las palabras emotivas llenaron el aire, recordando momentos especiales y expresando buenos deseos para el futuro de la pareja. El Pazo de San Tirso se convirtió en testigo de un día inolvidable, donde el amor de Antía y Bruno brilló con fuerza, dejando una huella imborrable en la historia del lugar y en los corazones de todos los presentes.